Carta abierta al ciclista que me adelantó el otro día
Cuando el respeto hacia otros ciclistas no es nuestro punto fuerte, podemos vivir en nuestras propias carnes situaciones y respuestas tan agradablemente inesperadas como las que veremos a continuación. En primer lugar, una chica regordeta con una bicicleta vieja es adelantada por un ciclista durante la subida a un puerto de montaña. Esta es la respuesta de la chica al ciclista:Estimado ciclista:Te quiero explicar una cosa porque me da que no hay nadie a tu alrededor que vaya a ser nunca tan sincero contigo, y creo que te puede ayudar que alguien te diga la verdad. Eres imbécil. Imbécil perdido. Imbécil porque juzgas a alguien por su aspecto físico y de él deduces lo que sabe o puede hacer. Imbécil porque ves a una chica en una bici pesada y barata, que no va vestida con lycra de colores chillones y ya deduces que no ha montado en bici en su vida, o que nunca ha subido un puerto de montaña.Imbécil porque no te fijas en su postura, o en la manera en la que agarra el manillar, en lo gastada que está la bici o en la cadencia que lleva después de 20 kilómetros de puerto. Imbécil porque solo ves una chica regordeta en una bici vieja y ya asumes que su novio, al que no ves, la ha arrastrado a un sitio donde no quiere estar.Por favor, la próxima vez que sientas la necesidad de decirle a alguien que está coronando un puerto de montaña con buen ritmo y que te saluda con una sonrisa que felicidades, que qué campeona y que ya tiene una aventura para contarle a sus amigas, mejor piénsalo dos veces y si eso cállate, porque no sabes. No puedes saber mucho de alguien ni de su historia vital mirando sólo a su aspecto físico y quizá, si juzgas sin saber, te vas a perder a mucha gente que merece la pena.
Firmado:Una ciclista regordeta que va en una bici pesada y cuyo hobbie es subir puertos de montaña
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